¿Cómo funciona la Conciencia Corporal?
“Al habitar tu cuerpo te conectas profundamente con tu ser.”
Naciste con una naturaleza íntegra y saludable, completamente conectada con tus sensaciones, emociones y acciones. Esa naturaleza posee características propias de temperamento y biología.
Esta naturaleza primaria, biológica, se alteró en el contacto con el medio familiar, social y cultural. Se modificó, ocultó, limitó o deformó, dependiendo de las creencias e ideologías del medio donde creciste; dependiendo de la estructura de tu familia y los eventos que te tocó vivir; dependiendo también de los sucesos en tu historia personal: las heridas, éxitos, desencantos y fracasos, y la manera como lidiaste con ellos.
De niños estructuramos nuestra identidad con base en las miradas de aprobación o rechazo de los adultos que nos cuidan; la necesidad de ser amados es tan fuerte y primordial que estamos dispuestos a callar, reprimir o negar cualquier parte nuestra que no se adapte a ese sistema básico familiar. Es un asunto de supervivencia.
Toda represión y negación de la propia naturaleza, se guarda en alguna zona del cuerpo. Convertida en tensión muscular crónica, queda en espera de ser manifestada , de encontrar nuevamente espacio de expresión, de aceptación e integración en nuestra vida.
¿Imaginas toda la energía que estaría disponible si dejaras de guardar y reprimir?
¿Imaginas todo lo que podría cambiar en tu vida si estas zonas estuvieran incluidas?
La conciencia corporal te propone volver a “sentir desde dentro” esas zonas, conectarlas y reconocerlas como partes necesarias para expandir y vivir una vida plena con su presencia. Cuando te conectas contigo y llevas tu mirada interna hacia ti , te descubres como “realmente eres” más allá de los condicionamientos y creencias, recuperando esa naturaleza interior autentica y verdadera. El mundo necesita personas así, plenas y dispuestas.